Vexílla Regis

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MIENTRAS EL MUNDO GIRA, LA CRUZ PERMANECE

LOS QUE APOYAN EL ABORTO PUDIERON NACER

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NO AL ABORTO. ELLOS NO TIENEN LA CULPA DE QUE NO LUCHASTEIS CONTRA VUESTRA CONCUPISCENCIA

NO QUEREMOS QUE SE ACABE LA RELIGIÓN

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No hay forma de vivir sin Dios.

ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

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lunes, 18 de marzo de 2024

DIVINIDAD DE JESUCRISTO: HIJO DE DIOS Y REY DE TODO EL ORBE

Sermón pronunciado por el Ilmo. Mons. Fernando Altamira, Superior de la Sociedad de Santa María, el domingo 17 de Marzo de 2024 (Domingo de Pasión).
   

LOS “CURAS K-POPEROS” CELEBRAN SU “ORDENACIÓN”

Elementos tomados de GLORIA NEWS y TRADITION IN ACTION.
   
   
El 24 de Enero de 2024, fiesta en el Novus Ordo de San Francisco de Sales, el arzobispón emérito de Gwangju (Corea del Sur) Higinio Kim Hee-jong (히지노 김희중) confirió el “orden” presbiteral a Esteban Kim Bum-jun (스티븐 김범준), Marciano Lee Chang-min (마르키아누스 이창민) y José Shin Yoon-min (조셉 신윤민), y el diaconal a Domingo Kim Hyun-ki (도미니코 김현기), pertenecientes a la inspectoría [= provincia] salesiana de los Santos Mártires de Corea.
   

Después de la ceremonia, los recién “ordenados” decidieron convertir la iglesia de la Casa provincial salesiana en una sala de conciertos, con vítores y aplausos.
    
No todos estaban contentos: «Algunos han expresado su preocupación de que esta actuación pueda socavar la santidad de la ordenación y las tradiciones del catolicismo», admitió el creador de la actuación en el video a continuación.
   
  
Insiste en que la representación se llevó a cabo por separado de la misa de ordenación, que se «celebró solemnemente de acuerdo con la tradición católica (sic)».
   
Fue sólo después que la Misa había terminado (pero el arzobispón y sus co-celebrantes todavía estaban presentes) que los presbíteros y el diácono, vestidos con trajes litúrgicos, dieron una actuación muy secular para agradecer a los presentes, «en la tradición (¡sic!) de los salesianos de Don Bosco en Corea».
  
Según el autor, «fue un momento que reflejó el dinamismo y la energía de una orden religiosa dedicada al trabajo juvenil».
  
La canción utilizada en la representación era Galpungado (질풍가도, “Autopista en el vendaval”), un himno amado por muchos coreanos, y parte de la letra fue adaptada para ponerla en consonancia con los valores de la fe católica.
  
«Aunque este intento puede ser desconocido para algunos, pido su generosa comprensión», concluye el creador de la actuación.
   
Explicaciones y excusas similares se usaron hace medio siglo en el hemisferio occidental para comenzar un proceso que ha llevado a la actual desintegración de la liturgia y la Iglesia. Un (no tan) pequeño error al principio, un gran error al final.
    
Cuando los sacerdotes ya no tienen como modelo a Nuestro Señor Jesucristo y Su Cruz, sino que intentan seguir a las estrellas de la radio y la televisión, ¿qué podemos esperar de la forma en que dirigirán las almas? Nada acorde con la enseñanza bimilenaria de la Iglesia Católica.
   
En cambio, los fieles recibirán de ellos la doctrina progresista de la Iglesia Conciliar, que fue concebida para agradar al mundo y aprueba todos sus excesos.

domingo, 17 de marzo de 2024

LOS HOGARES CATÓLICOS, ESCUELA Y ORATORIO EN TIEMPO DE PERSECUCIÓN Y APOSTASÍA

«Lo más lamentable del momento que vivimos son las consecuencias naturales de la ausencia absoluta del culto público. Ello produce estragos dolorosísimos y en proporción creciente, hasta en almas naturalmente buenas. Ínterim no sea posible su restablecimiento, padres y jefes de familia, procurad sustituirlo con el culto privado y familiar tanto cuanto la prudencia lo permita. En la paternidad, existe un sacerdocio, que en estas circunstancias debéis particularmente sentir y ejercer. Vuestra casa sea para todos, y principalmente para vuestros hijos, escuela, oratorio, templo, que sustituya la escuela católica y la Iglesia parroquial. En este oratorio de vuestras casas, no olvidéis de cultivar las tres devociones prueba de perfecta catolicidad: devoción a la Sagrada Eucaristía, a la Santísima Virgen y al Papa. El Santo Rosario en familia vuelva a ser la devoción predilecta, clásica en los hogares cristianos de nuestra Patria. Nuestro Santo Padre en su última Encíclica Ingravescéntibus malis de fecha 29-9-37, la propone como remedio a tantos y tan gravísimos males como sufre hoy la Humanidad.
    
Concluyo, carísimos: quisiera para bien de todos que las dificultades con que tropezamos para practicar el bien, según nuestra honrada conciencia y nuestra creencia sobrenatural, no fueran para nosotros estorbos, sino estímulos para hacer el bien cueste lo que cueste, comenzando por nuestra propia alma: santifiquémosla».
   
JOSÉ MARÍA LLORENT Y LLOVERAS C.O., Vicario del Obispado de Barcelona. Carta pastoral (Cuaresma de 1938), in fine.

DIÓCESIS DE BÚFALO VENDE SU ANTIGUA SEDE

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
La  diócesis neoiglesiana de Búfalo (Nueva York) está perdiendo su cuartel general en bancarrota en juicios por 900 delitos sexuales pederastas perpetrados por sus presbíteros pedófilos.
La sede dará a las víctimas unos 10’000.000 dólares, con otros 90’000.000 de dólares pendientes de pago.
Búfalo es solo una de las 36 circunscripciones religiosas (una de cada cingo) en bancarrota por los delitos sexuales de sus presbíteros contra menores.
   
El 13 de Marzo de 2024, la diócesis neoiglesiana de Búfalo (Nueva York) anunció que, habiendo declarado la bancarrota en 2020, ahora se vería forzada a vender el edificio de su cuartel general por 9’800.000 de dólares para pagar a las víctimas de sus 900 (y contando) delitos sexuales pederastas presbiterales. Su personal se ha reducido en ⅔ de 290 en 1985 a 88.

El complejo de 8.825,7888 m² (95.000 ft²) incluye un edificio adicional de dos pisos, una estructura de garaje adyacente, y tres estacionamientos. La diócesis también está considerando vender el antiguo campus del Seminario Cristo Rey en East Aurora [Parte de la información para este Comentario proviene de Catholic News Agency].
   
Católicos tradicionales, esto es solo el comienzo. La diócesis de Búfalo necesita reunir diez veces más el valor de su cuartel general para pagar los juicios a sus víctimas. 36 diócesis y provincias religiosas en los Estados Unidos han ido a la bancarrota, casi una de cada cinco. Mientras tanto, en el Gran Holocausto Sexual y Malversación neoiglesiano, Pablo VI Montini, Juan Pablo II Wojtyła, Benedicto Ratzinger, y Francisco Bergoglio dejan ir a sus cardenales, obispones y presbíteros criminales con apenas una palmada en la mano. En justicia, la apóstata Iglesia Deuterovaticana debería ser desmantelada.

EL MAL CHISTE DEL NOVUS ORDO, EMPEORADO COMO CARNAVAL

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   
   
El 11 de Febrero, el presbítero Peter Dries Reinartz, de 60 años e “instalado” el 19 de Junio de 1994, presidió una eucaristía de carnaval en la parroquia de San Nicolás en Raeren, una parroquia germanohablante en la diócesis de Lieja (Bélgica).
   
El reverendo Dries vestía como un indio con un traje de franjas amarillas. El siguiente video cita secuencias de video del evento.


La Eucaristía alternaba entre discursos rimados y “oraciones” y canciones, en su mayoría música swing en tiempo ¾ con aplausos, adecuada para entretener a una audiencia a fines de la década de 1950.

También el Evangelio y partes de la Oración Eucarística se transformaron en rimas de estilo libre. Después de un Aleluya con sonidos electrónicos, Dries pronunció las “palabras de consagración” sobre el pan y el vino casi correctamente.
   
La mayoría de las declaraciones durante la Eucaristía del payaso giraban en torno a acusaciones contra la Iglesia. El siguiente versículo difundió la propaganda homosexual:
Was die Sexualmoral betrifft, so muss die Agonie ein Ende haben.
die die Kirche hervorgebracht hat / und die überhaupt kein Vergnügen bereitet.
Es kann verschiedene Wege geben /
die Liebe zu leben
[Con respecto a la moralidad sexual, la agonía que la Iglesia ha producido / y que no da placer en absoluto / 
debe terminar.
Puede haber diferentes maneras / 
de un amor vivo].
Su problema es que confunden el amor con el pecado, al igual que el ideólogo homosexual romano Francisco Bergoglio.

EJEMPLOS NOVUSORDITAS ARGENTINOS

Tomado de Facebook.
  

En la foto de arriba, Mons. Eduardo Gonzalo Redondo Castanera, obispo auxiliar de Quilmes, celebra la misa el 29 de diciembre de 2023 en ocasión de un encuentro los jóvenes voluntarios de Cáritas. Tirado en el piso, con una ¿estola? multicolor, con un mate junto al cáliz y con una imagen de la Ssma. Virgen que es un muñeco de trapo. 
    
En la de abajo, el cardenal Ángel Sixto Rossi Ruiz SJ, arzobispo de Córdoba (Argentina), el día 5 de marzo, en ocasión de su visita al decanato de la ciudad de Córdoba, imparte la bendición con el Santísimo Sacramento, sin ningún tipo de ornamento —peor aún, en mangas cortas— y con el único signo de reverencia de Mons. Horacio Álvarez, uno de sus auxiliares, que está de rodillas. El resto de la asistentes —sacerdotes y obispos— permanecen sentados. Cabe mencionar que el cardenal Rossi es miembro del dicasterio para el Culto Divino.
    
Los cardenales y obispos pueden hacer lo que se les ocurre en materia litúrgica. Y los sacerdotes también. Saben que no serán sancionados; que el cardenal Arthur Roche no dirá nada. E incluso es probable que el mismo pontífice romano alabe su creatividad pastoral. 
    
Sin embargo, esos mismos cardenales y obispos, y el mismo cardenal Roche, prohiben del modo más arbitrario y tajante la celebración de la misa que la Iglesia celebró durante más de mil quinientos años, y persiguen del modo más cruel a los sacerdotes que la celebran e, incluso, a aquellos que aún celebrando la misa de Pablo VI, osan incluir algún canto en latín o alentar a los fieles a comulgar de rodillas y en la boca.
    
Hay que ser ciego, estúpido, cínico o extremadamente hipócrita para no darse cuenta de lo que está ocurriendo.

WANDERER

EL ENDURECIMIENTO DE LOS JUDÍOS


Continuación del santo Evangelio Según S. Juan (cap. VIII, 46-59):
«En aquel tiempo, decía Jesús a las turbas de los judíos: “¿Quién de vosotros me argüirá de pecado? Si os digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios, oye las palabras de Dios. Pero vosotros no las oís, porque no sois de Dios”. Respondieron entonces los judíos, y dijéronle: “¿No decimos con razón que eres un samaritano, y que tienes el demonio?”. Respondió Jesús: “Yo no tengo el demonio, sino que glorifico a mi Padre, y vosotros le deshonráis. Pero yo no busco mi gloria: hay quien la busque, y la juzgue. En verdad, en verdad os digo: Si alguien observare mis palabras, no morirá eternamente”. Dijéronle entonces los judíos: “Ahora conocemos que tienes el demonio. Abraham murió, y también los Profetas: y tú dices: ‘Si alguien observare mis palabras, no morirá eternamente’. ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abraham, que murió? Y los profetas también murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?”. Respondió Jesús: “Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada: es mi Padre quien me glorifica, el que vosotros llamáis Dios vuestro, y no le habéis conocido: pero yo le he conocido: y, si dijera que no le he conocido, sería semejante a vosotros, mentiroso. Pero yo le conozco, y observo sus palabras. Abraham, vuestro Padre, anheló ver mi día: viólo, y se alegró”. Dijéronle entonces los judíos: “¿Aun no tienes cincuenta años, y viste a Abraham?”. Díjoles Jesús: “En verdad, en verdad os digo: Antes de que Abraham existiera, ya existía yo”. Tomaron entonces piedras, para lanzarlas contra Él: pero Jesús se escondió, y salió del templo».
El furor de los judíos ha llegado al colmo, y Jesús se ve obligado a huir ante ellos. Pronto le matarán; mas ¡qué diferente es su suerte de la suya! Por obediencia a los decretos de su Padre celestial, por amor a los hombres, se entregará en sus manos, y le darán muerte, pero saldrá victorioso del sepulcro; subirá a los cielos, e irá a sentarse a la diestra de su Padre. Ellos, por el contrario, después de saciar su furor dormirán sin remordimientos hasta el terrible despertar que les está preparado. Se palpa que la reprobación de estos hombres será eterna. Ved con qué severidad les habla el Salvador: «Vosotros no escucháis la palabra de Dios porque no sois de Dios». No obstante esto hubo un tiempo en que fueron de Dios: porque el Señor da a todos su gracia; pero ellos han hecho estéril esta gracia; se agitan en las tinieblas y ya no verán la luz que han rechazado.
   
«Decís que Dios es vuestro Padre; pero no le conocéis». A fuerza de desconocer al Mesías, la Sinagoga ha llegado a no conocer también al mismo Dios único y soberano, cuyo culto la enorgullece; en efecto, si conociese al Padre, no rechazaría al Hijo. Moisés, los Salmos, los Profetas, son para ella letra muerta, y estos libros divinos pasarán muy pronto entre las manos de los pueblos, que sabrán leerlos y comprenderlos. «Si yo dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros». Por la dureza del lenguaje de Jesús se adivina ya la cólera del juez que bajará el último día para estrellar contra la tierra la cabeza de los pecadores. Jerusalén no conoció el tiempo de su visita; el Hijo de Dios salió a su encuentro y tiene ella la desvergüenza de decirle que «está poseído del demonio». Echa en cara al Hijo de Dios al Verbo eterno, que prueba su origen por los prodigios más evidentes, que «Abrahán y los Profetas son mayores que Él». ¡Extraña ceguera que procede del orgullo y de la dureza de corazón! La Pascua está próxima; estos hombres comerán religiosamente el cordero simbólico; saben que este cordero es una figura que debe realizarse. El cordero verdadero será inmolado por sus manos sacrilegas y no lo reconocerán. La sangre derramada por ellos no les salvará. Su desgracia nos lleva a pensar en tantos pecadores endurecidos para los cuales la Pascua de este año será tan estéril de conversión como los años precedentes; redoblemos nuestras oraciones por ellos, y pidamos que la sangre divina que pisan con los pies no clame contra ellos delante del trono del Padre celestial.
   
DOM PROSPER GUÉRANGER OSB. El Año litúrgico, Tiempo de Pasión y Semana Santa. Misa del Domingo de Pasión.

sábado, 16 de marzo de 2024

BERGOGLIO: «LA ESPIRITUALIDAD INDOAMERICANA ES “VITAL” PARA LA TIERRA»

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

Es importante preservar las culturas, tradiciones y espiritualidades indígenas para luchar contra el presunto cambio climático causado por el hombre con “sabiduría ancestral”, fantasizó Francisco a los participantes emplumados de la conferencia del 14 de Marzo sobre “El conocimiento de los pueblos indígenas y las ciencias”.
   
Francisco está aterrorizado por los «desafíos urgentes que enfrenta la tierra, nuestra casa común y la familia de los pueblos» y quiere responder a ellos.
    
Para él, la adoración pagana de los indios americanos es «parte del tejido de la humanidad». Creyendo que él era la Iglesia (Luis XIV: «L’état c’est moi»), exclamó: «La Iglesia está con ustedes, aliada de los pueblos indígenas y de su sabiduría». En realidad, Francisco sólo habló por sí mismo.
   
Hablando por hablar, dijo: «Un diálogo abierto entre el conocimiento indígena y la ciencia, entre las comunidades de sabiduría ancestral y las de la ciencia, puede ayudar a abordar de una manera nueva, más integral y efectiva temas cruciales como el agua, el cambio climático, el hambre y la biodiversidad».
    
El mundo todavía se pregunta si estas extrañas afirmaciones significan algo.
  

DISMINUYE LA COLECTA DE “TIERRA SANTA” PARA LOS PAÍSES ISLÁMICOS

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
El Vaticano reveló que ha estado recogiendo dinero para el mundo islámico bajo la bandera de una colecta de “Tierra Santa”.
Muchos de estos países son hostiles a la Civilización Cristiana.
Incluso los mismos neoiglesianos están empezando a sospechar: La colecta disminuyó un 25% entre 2022 y 2023.

Mientras los sitios y programas de la Iglesia Conciliar están siendo cerrados a diestra y siniestra en Europa y las Américas, resulta que el Vaticano está apoyando a regímenes islámicos, varios de los cuales han estado combatiendo contra la Civilización Cristiana. Pero incluso los mismos neoiglesianos están empezando a sospechar. Bajo la fachada de las contribuciones a la Tierra Santa, la Iglesia Conciliar ha estado recogiendo fondos para Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak. La mayoría de estos países son hostiles a la Civilización Cristiana.

El 8 de Marzo de 2024, el Dicasterio vaticano para las Iglesias Orientales informó haber recogido 6’571.893,96 euros (7’160.078,47 dólares) en 2023 para estos países, pero que esa cifra había bajado más del 25% respecto a los 8’297.697,35 euros (9’043.319 dólares) recogidos en 2022.

Mucho de la anual “Colecta para los Cristianos en la Tierra Santa” Pro Terra Sancta, como lo admite el propio informe vaticano, va a los no cristianos, a los islamistas en realidad. Para citar uno de los ejemplos del informe, el Vaticano gasta 460.774,87 euros (502.014,22 dólares) a la Universidad de Belén para entrenar a los musulmanes palestinos, y gasta 961.363,42 euros (1’047.405,45 dólares) en un “Secretariado de la Solidaridad” con los islamistas [Parte de la información para este Comentario proviene de la Oficina de Prensa de la Santa Sede].

Católicos tradicionales, ¿el Vaticano hará una colecta si quiera para remplazar los fondos que ha malversado y para pagar reparaciones a los menores violados, sodomizados y agredidos sexualmente de cualquier otra forma en el Gran Holocausto Sexual y Malversación conciliar? ¿El Vaticano está enredado políticamente con naciones islámicas hostiles en el Medio Oriente? La diócesis italiana de Bérgamo, solo una de muchas, ha “instruido” a sus presbíteros que participen durante el Ramadán en los rituales islámicos, sobre la  autoridad de las directrices de Francisco Bergoglio para el “diálogo interreligioso”. Solamente cabe preguntarse cuán profundamente está arraigado en el Vaticano lo que el Papa Pío XI llamó “tenébræ Islamísmi” (tinieblas del islamismo).

viernes, 15 de marzo de 2024

REFUTACIÓN A LOS ERRORES DEL PADRE BASILIO MÉRAMO SOBRE LA INFALIBILIDAD

Sermón predicado por el Rvdo. P. Pío Vázquez SSM el Domingo 4 de Marzo de 2024 (III Domingo de Cuaresma), en continuidad con el sermón sobre el Dogma de la Infalibilidad predicado dos semanas antes. Debido a su importancia, se publica como artículo independiente.
  
  
   
Queridos fieles:
 
El día de hoy, Domingo Tercero de Cuaresma, dejaremos de lado la Epístola y Evangelio de hoy para poder hablar una vez más del tema de la Infalibilidad que tocamos hace 15 días.
 
Nos vemos obligados a ello porque el Padre Basilio Méramo, en su sermón del Domingo pasado, hizo acusaciones muy graves (y falsas) en contra nuestra, con su habitual modo, falto de Caridad, con un lenguaje que es indigno, no ya de un sacerdote, sino incluso de un simple fiel; y llegó a afirmar allí que es “herejía” que nosotros digamos que un Papa verdadero no se puede equivocar en su Magisterio Ordinario (Encíclicas, Bulas, etc.) cuando habla de Fe y moral (!).
    
¡Pueden imaginar algo así! Comprendan bien: El Padre Méramo expresa que si nosotros sostenemos que el Papa es infalible y asistido por el Espíritu Santo en su Magisterio Ordinario para no equivocarse ni errar, nosotros estamos diciendo una “herejía”. Es una barbaridad que él diga una cosa así. Entonces atención, porque éste es el punto: La Iglesia Católica sí enseña que el Papa es infalible no sólo en el Magisterio solemne sino también en su Magisterio Ordinario.
    
Realmente es una locura afirmar lo que el Padre dice. Y, además, lo afirma gratuitamente, pues es una invención personal de él, ya que no existe ningún documento de la Iglesia Católica ni de ningún teólogo reconocido que afirme semejante cosa descabellada de que un Papa en su Magisterio Ordinario pueda enseñar herejías a la Iglesia universal.
   
Con la ayuda de Dios —a quien pedimos su gracia y favor para esta prédica— y de María Santísima, mostraremos lo falso de esa afirmación que él hace.
   
(Cuerpo 1: Pastor Ætérnus)
Procederemos, primeramente, a responder a esa aseveración en extremo falsa recurriendo a la Constitución Pastor Ætérnus, Cap. IV, donde se halla definido el Dogma de la Infalibilidad Papal, según les dijimos hace 15 días.
   
Como recién decíamos y volvemos a afirmar, el Papa es infalible cuando enseña a la Iglesia universal sobre Fe y moral, tanto en su Magisterio solemne como en su Magisterio Ordinario. El Padre Méramo —junto con los demás que malinterpretan este Dogma— pretende basarse en la definición de Pastor Ætérnus para sostener que el Papa solamente es infalible en las declaraciones solemnes. Veamos el texto mismo de la definición y veamos si es verdad eso que dicen de que es solamente en lo solemne; pongan mucha atención y vean si escuchan la palabra “solemne” o “solamente en lo solemne” en alguna parte:
“El Romano Pontífice, cuando habla ex cáthedra —esto es, cuando cumpliendo su cargo de Pastor y Doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la Fe y costumbres [moral] debe ser sostenida por la Iglesia universal—, por la asistencia divina que le fue prometida en la persona del bienaventurado Pedro, goza de aquella infalibilidad de que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición de la doctrina sobre Fe y las costumbres [moral]; y, por tanto, que las definiciones del Romano Pontífice son irreformables por sí mismas y no por el consentimiento de la Iglesia”.
Como pudieron apreciar, en ninguna parte de la definición se hace alusión a que la infalibilidad sea solamente en las definiciones solemnes; tampoco se especifica ningún modo de enseñanza concreto. La famosa expresión “ex cáthedra”, que muchos erróneamente asocian a “solemne”, simplemente significa en sí misma, “desde su Sede”, “desde su Trono”, que es como si dijéramos “cuando habla como Papa”; de hecho, esto se aclara inmediatamente, pues dice el texto: “cuando habla ex cáthedra —esto es, cuando cumpliendo su cargo de Pastor y Doctor de todos los cristianos…”.
 
Ahora bien, el Padre Méramo invoca el Canon 1323, parágrafo 2, del Código de Derecho Canónico. Sin embargo, allí no dice el Canon que “ex cáthedra” sea lo mismo que solemne, sino que cuando el Papa da definiciones solemnes (como fue la Asunción de María Santísima, por ejemplo) entran dichas definiciones —como es evidente— en la categoría de lo que se llama “ex cáthedra”; pero esto no significa que el Magisterio Ordinario no sea también “ex cáthedra” ni que deje de ser también infalible, antes al contrario.
   
Efectivamente, ¿para qué suelen los Papas escribir Encíclicas, Bulas y demás documentos ordinarios de enseñanza? ¿Para hablar de fútbol, de cocina? No, sino que escriben para instruir al pueblo católico en las verdades de la Fe y en la recta norma moral a seguir. Y cuando lo hacen, ¿acaso ellos aclaran “esto lo digo como Juan Pérez”, “persona privada”, y no como autoridad de la Iglesia, como Pastor y Doctor de todos los cristianos (usando la expresión de la definición)? No, sino que siempre escriben y hablan como Papas y firman como tales: Pío IX, León XIII, San Pío X, etc.
   
Y cuando exponen la doctrina católica no está determinado por la definición dogmática que expresamente digan “definimos”, “declaramos”, para que debamos creer lo allí expuesto, sino que el simple exponer de la doctrina ya implica que debemos acatarla. Esto lo enseña expresamente el Papa Pío XII en la Encíclica Humáni Géneris; allí dice él:
“Ni hay que creer que las enseñanzas de las Encíclicas no exijan de suyo el asentimiento, por razón de que los Romanos Pontífices no ejercen en ellas la suprema potestad de su Magisterio. Pues son enseñanzas del Magisterio Ordinario, del cual valen también aquellas palabras: ‘El que a vosotros oye, a mí me oye’… Y si los Sumos Pontífices en sus Constituciones de propósito pronuncian una sentencia en materia disputada [no dice que deba ser solemne], es evidente que, según la intención y voluntad de los mismos Pontíficesesa cuestión no se puede tener ya como de libre discusión entre los teólogos”.
Queridos fieles, es realmente un absurdo pretender que la infalibilidad papal esté solamente circunscrita a las definiciones solemnes. Si realmente fuera así, entonces cualquier católico podría poner en duda cualquier enseñanza que viniera del Papa, con tal que no le parezca. Como decíamos hace 15 días, podríamos por tanto dudar de las enseñanzas de Gregorio XVI, de León XIII, del mismo San Pío X, Pío XI, etc., pues todos ellos enseñaron e ilustraron a la Iglesia únicamente con Magisterio Ordinario. Incluso el Papa Pío IX solamente hizo una sola definición solemne él solo: la Inmaculada Concepción; fuera de ésta, lo demás que enseñó fue Magisterio Ordinario: entonces, también podríamos dudar de sus demás enseñanzas; lo cual es absurdo decir.
   
Asimismo, sea dicho que los errores modernos (liberalismo, comunismo, las falsas libertades modernas, el modernismo mismo, etc.) fueron todos condenados y execrados por los Papas en sus documentos de enseñanza ordinaria, en el Magisterio Ordinario, y no de manera solemne. Según la falsa interpretación del Dogma del Padre Méramo y otros, entonces los liberales de aquella época (como los de ahora) que cuestionaban y cuestionan dichas enseñanzas del Magisterio, no pueden ser reprensibles, pues estarían en su (entre comillas) “derecho” de impugnar la doctrina pontificia que no gozaríasupuestamente de la infalibilidad (lo cual es falso, como sabemos).
    
Con todo lo dicho hasta ahora, queda manifiesto cómo es un error craso lo que el Padre Méramo expresa afirmando que es “herejía” decir que el Papa no puede errar en su Magisterio Ordinario; nosotros sí afirmamos esto porque es doctrina católica.
  
(Cuerpo 2: San Roberto Belarmino)
Para esclarecer aun más el tema y dejar más en evidencia el error del Padre, ahora recurriremos a San Roberto Belarmino.
    
Efectivamente, como hace 15 días les decíamos, San Roberto en realidad en el fondo sigue la opinión de que el Papa nunca puede caer en herejía, ni siquiera como persona particular o Doctor privado. Esto consta en su obra, De Romano Pontífice, en el libro IV, Cap. VI, titulado “Acerca del Pontífice [del Papa] según es cierta persona particular”; allí dice lo siguiente: 
“Cuarta Proposición. ‘Es probable y puede creerse piadosamente que el Sumo Pontífice no sólo como Pontífice no puede errar, sino que como persona particular tampoco puede ser hereje, creyendo pertinazmente algo falso contra la Fe’. Se prueba, primeramente, porque parece requerirlo la suave disposición de la Providencia de Dios, pues el Pontífice no solamente no debe ni puede predicar la herejía, sino que también debe enseñar SIEMPRE la Verdad y sin duda lo hará, puesto que el Señor le mandó confirmar a sus hermanos y por eso añadió: ‘He rogado por ti para que tu Fe no desfallezca’, esto es, para que al menos en tu trono no falte la predicación de la verdadera Fe; ¿pero cómo, pregunto, confirmará a sus hermanos en la Fe y predicará siempre la verdadera Fe un Pontífice herético?...
  
En segundo lugar, se prueba por los sucesos, pues hasta ahora ninguno fue hereje o ciertamente de ninguno se puede probar que haya sido hereje. Por consiguiente, es señal de que no puede ocurrir. Para más información, confronta a [Alberto] Pighius”.
Como podemos apreciar, San Roberto enseña que “es probable y se puede creer piadosamente” que el Papa ni siquiera en cuanto persona particular (o doctor privado) puede caer en herejía. Ahora bien, como es evidente, esto es mucho más que afirmar que el Papa no puede enseñar herejías a la Iglesia universal cuando cumple con su oficio público de Sumo Pontífice, en cuanto doctor público.
  
¿Cómo va a venir, entonces, el Padre Méramo a decirnos que sea una “herejía” (!) sostener que el Papa no puede equivocarse en Fe y moral, al enseñar a la Iglesia universal en su oficio público de Pastor —sea en su Magisterio Extraordinario, sea en su Magisterio Ordinario—? Si él tuviera razón, entonces ¡San Roberto habría enseñado aquí una herejía!, lo cual es absurdo, evidentemente.
  
Además, esta postura aquí expresada por San Roberto también ha sido sostenida por grandes teólogos, incluso después de la definición dogmática de Pastor Ætérnus. Entre ellos está Félix Cappello, un muy eminente teólogo, el cual en una obra llamada De Curia Romana [1], de 1912, esto es, antes de Vaticano II y después de la definición dogmática de Pastor Ætérnus, afirma sin más: “La opinión que es más probable, de hecho cierta, si podemos dar nuestra opinión, es la última, a saber, la que afirma que el Romano Pontífice no puede caer en herejía ni siquiera como doctor privado”. Cappello, asimismo, hace referencia a que el Cardenal Billot sigue la misma posición.
  
(“Doctor Privado”)
El Padre Méramo, asimismo, en su sermón me critica el que haya dicho que la famosa cita de San Roberto Belarmino de la pérdida del Papado ipso facto en el supuesto de herejía pública y manifiesta se debe entender en cuanto persona particular o doctor privado. Sin embargo, dicha expresión, persona particular, no es ajena a San Roberto, como de hecho podemos apreciar en la cita que recién dimos de él; mas no sólo allí usa esa expresión: por ejemplo, en el mismo lugar citado, en el Cap. II, llamado “Se propone la cuestión: ¿es verdadero el juicio del Papa?”, San Roberto dice:
“Para que, por consiguiente, podamos venir a la cuestión segunda, debe saberse desde el comienzo que el Pontífice [el Papa] puede ser considerado de cuatro maneras. Primero, según es cierta persona particular o Doctor particular…”.
Además, esta expresión de “Doctor privado” es recurrente en los diversos autores que tratan este tema del supuesto del “Papa herético”. Por ejemplo, San Alfonso María de Ligorio y San Francisco de Sales —a quienes el mismo Padre cita en un artículo que publicó el año pasado sobre este tema—, aclaran explícitamente que es en cuanto doctor privado; y en términos generales los teólogos hacen siempre la misma aclaración.
    
Nosotros citaremos tan sólo a uno, a modo de ejemplo, bastante conocido, a saber, Dominic Prümmer; él, en su Manual de Derecho Canónico, enseña lo siguiente:
“Los autores, en efecto, comúnmente enseñan que un papa pierde su poder a través de la herejía cierta y notoria, pero si este caso es realmente posible es con razón puesto en duda [Noten bien sus palabras: “puesto en duda”, piensa igual que San Roberto, Pighius, Cappello y otros]. Basados, sin embargo, en la suposición de que un Papa pudiera caer en la herejía en cuanto persona privada (pues en cuanto Papa no podría equivocarse en la Fe, ya que sería infalible)… [2]”.
Asimismo, hay que hacer una aclaración importante sobre San Roberto Belarmino. El Padre Méramo dice llanamente que San Roberto enseña que el Papa puede caer en herejía, cuando en realidad San Roberto no afirma eso, antes él tiene por más probable la opinión de Alberto Pighius que sostiene que el Papa no puede caer en herejía, como consta en la obra De Románo Pontífice, según ya hemos visto.
    
Lo que San Roberto se pregunta en el libro II, Cap. XXX “Sólvitur arguméntum últimum”, De Romano Pontífice, es en el caso hipotético de “si el Papa pudiera ser herético: Si Papa hæréticus esse possit”, qué pasaría; y, en su opinión, para ese caso hipotético da como respuesta que perdería el Papado ipso facto; pero no afirma para nada en dicho capítulo que “el Papa puede ser hereje”.
  
Veamos el texto directamente de San Roberto para que podamos comprobar esto que estamos diciendo:
“El argumento décimo [al cual va a responder y emitir su opinión, a saber:] El Pontífice en caso de herejía puede ser juzgado y depuesto por la Iglesia… [ésta es la interrogante; veamos qué dice:]
   
Respondo: Existen cinco opiniones sobre esta cuestión. La primera es de Alberto Pighius, lib. IV, Cap. 8, Hierarchia ecclesiastica, donde afirma que el Papa no puede ser hereje; y, por consiguiente, no puede ser depuesto en ningún caso, la cual sentencia es probable y puede ser defendida fácilmente, como después mostraremos en su lugar. Pero porque no está determinada [esto es, definida] y la opinión común va en sentido contrario, valdrá la pena ver qué deba responderse si el Papa pudiera ser herético (Si Papa hæréticus esse possit)” (…).
Entonces San Roberto no afirma lisa y llanamente que un Papa pueda ser hereje, sino que da su opinión en el caso hipotético de que lo fuera, debido a que era una cuestión teológica disputada en ese tiempo. Por el contrario, como vimos, hace referencia a Alberto Pighius y de hecho el texto al cual se refiere, “como después mostraremos en su lugar”, es el que ya les compartimos.
   
(Cuerpo 3: San Roberto Belarmino y Caso Honorio)
El Padre Méramo, asimismo, hacia el final de su sermón, cita a San Roberto Belarmino, hablando sobre el Papa Honorio:
“Sobre eso se debe observar, aunque sea probable que Honorio no haya sido hereje y que el Papa Adriano engañado por documentos falsificados del VI Concilio haya errado al juzgar a Honorio como hereje. No podemos, sin embargo, negar que Adriano juntamente con el sínodo romano e inclusive con todo el Concilio VIII general consideró que en caso de herejía el Pontífice Romano pueda ser juzgado”.
En teoría, según dice él en su sermón, saca esta cita de la obra ya mencionada de San Roberto, De Románo Pontífice.
   
Sin embargo, dicha cita, no figura en el capítulo que San Roberto dedica para vindicar a Honorio y demostrar que él no fue hereje. Efectivamente, en el Libro IV, Cap. XI, titulado De Honorio I, en De Románo Pontífice, San Roberto, con relación al Papa Adriano II y Honorio, dice lo siguiente:
“A lo cuarto respondo que Adriano junto con el Sínodo Romano NO dijeron abiertamente que Honorio hubiera sido hereje sino que solamente fue dicho [por ellos] que fue anatematizado por los orientales, porque había sido acusado de herejía. Donde se ve que Adriano, por esta razón, dijo que Honorio fue anatematizado “por los orientales”, porque sabía que no fue anatematizado por los occidentales, esto es, por el Concilio de San Martín [Papa]…
 
Replicarás: ‘pero ciertamente creyeron estos Concilios que el Papa podía equivocarse, puesto que creyeron que Honorio fue hereje’. Respondo que creyeron solamente aquellos Padres [del Concilio] que el Papa podía equivocarse como hombre privado, que es una opinión probable, aunque la contraria nos parezca a nosotros más probable [quámvis contrária videátur nobis probabílior]; pues de lo que se acusaba a Honorio es que con cartas privadas favoreció la herejía”.
Como podemos apreciar, una y otra cita son muy distintas —casi que opuestas— y dan un mensaje muy diferente. La del Padre Méramo dice que Adriano juzgó a Honorio como hereje; en la que nosotros dimos, San Roberto claramente nos está diciendo que el Papa Adriano II no condenó a Honorio por herejía sino que simplemente hizo referencia a que los orientales lo habían hecho, que es muy distinto a decir que Adriano lo condenó también… Además, en esta cita, una vez más vemos que San Roberto es partidario de que el Papa no puede caer en herejía ni siquiera como “doctor privado”: “aunque la contraria nos parezca a nosotros más probablequámvis contrária videátur nobis probabílior”, dice él.
 
De dónde haya sacado el Padre su cita, sinceramente no lo sé; me tomé la molestia de buscar en la obra De Románo Pontífice si acaso había otro lugar donde San Roberto hablara de Honorio y dijera eso que él cita, pero no encontré nada…
   
(Cuerpo 4: Inocencio III, Paulo IV y Decreto de Graciano)
El Padre Méramo en su sermón también cita a dos Papas, a Inocencio III y Paulo IV, y el Decreto de Graciano, en los cuales se da, al parecer, a entender que un Papa puede desviarse de la Fe. Respondemos, primeramente, a eso que, en todo caso, dichas citas deben interpretarse en cuanto “doctor privado” o “persona particular”, según ya hemos explicado.
   
En segundo lugar, traemos a colación lo que Cappello, en la misma obra antes mencionada, dice respecto a ello:
“… 2. Los cánones c.6, D.40, c.13 C.II, q.7, que hablan del Papa herético son apócrifos; 2.º Las palabras de Inocencio III o deben ser referidas en general a los pontífices, esto es, a los obispos; o no deben ser entendidas de la herejía propiamente dicha; o, finalmente, como no pocos autores sostienen, son apócrifas”.
Y, en tercer lugar, en el caso de Paulo IV, la Bula Cum ex apostolátus offício, hay que hacer notar que el Papa dice que si se llegare a ver que un Papa se ha “desviado de la Fe”, entonces se tendrá su elección como Papa por “NULA, legalmente inválida y anulada”, que es lo mismo a decir que ese tal nunca fue Papa porque su elección no fue válida.
   
(Conclusión)
Concluyendo ya, queridos fieles, pues esta prédica nos quedó bastante más larga de lo que hubiéramos deseado, simplemente queremos hacer notar también que las citas que el Padre Méramo suele aportar (por ejemplo, en su mencionado artículo del año pasado y este pasado Domingo) no prueban para nada lo que él pretende, a saber, que un Papa verdadero pueda equivocarse en su Magisterio Ordinario cuando habla a toda la Iglesia de Fe y moral.
   
Asimismo, hacemos notar que en el mencionado artículo el Padre Méramo dice que la expresión “Doctor privado” se refiere a todo lo que no es (entre comillas) “cáthedra pública infalible”, es decir, a su modo de ver, el Magisterio solemne o extraordinario; lo cual sin duda es una afirmación gratuita. Según él, entonces, cuando el Papa hace una Encíclica, que es un documento público, dirigido a la Iglesia universal para instruirla en Fe y moral, sería en cuanto doctor privado (!); sin comentarios…
  
Que nos quede claro, entonces, queridos fieles: un Papa verdadero también es infalible y está asistido en su Magisterio Ordinario, y que, por tanto, es un absurdo afirmar, como hace el Padre Méramo, que eso sea “herejía”.
    
Habíamos preparado varias citas del Magisterio Pontificio que apoyan lo que afirmamos, pero como nos hemos alargado sólo daremos una corta de Pío XII, en su Encíclica Mýstici Córporis: 
“Pues, la misión —que llaman— jurídica de la Iglesia y la potestad de enseñar, gobernar y administrar los Sacramentos… poseen, para edificar el Cuerpo de Cristo, la fuerza y vigor sobrenatural, porque Cristo Jesús pendiente de la Cruz abrió para su Iglesia la fuente de los divinos dones, por los cuales NUNCA podría enseñar a los hombres una doctrina falsa…”. 
¿Cómo sería ello posible si tan sólo fueran infalibles las definiciones solemnes y no también el Magisterio Ordinario?
    
Encomendémonos a la Santísima Virgen María.
 
Ave María Purísima. Padre Pío Vázquez
  
NOTAS
[1] https://novusordowatch.org/2022/04/felix-cappello-heretical-pope-impossible/
[2] Manuále Juris Canónici, Friburgo en Brisgovia, Herder, 1927, 95.

EL HONGO SEDEVACANTISTA Y LA DESCOMPOSICIÓN DEUTEROVATICANA


Con ocasión del undécimo aniversario de su “elección” como sexto antipapa del Vaticano II, Francisco Bergoglio recibió en su despacho al presbítero laicizado Jose Manuel Lopez Vidal y Jesús Bastante Liébana (equipo de redacción de Religión Digital, que en esa misma fecha cumple 25 años), a José “Pepe” Lorenzo López (redactor en jefe del marista Vida Nueva) al “Padre Ángel” García Rodríguez y a sor María Lucía Caram Padilla OP (cuyas tropelías de ambos son de conocimiento público), quienes le entregaron los 7698 mensajes de apoyo recogidos en una campaña que hicieron, y este les instó a no perder la “ilusión” (que eso es) por el (“aún no en total vigor”) Vaticano II.
   
Mientras Bergoglio (que les pidió apoyar al arzobispón de Madrid José Cobo Cano) les contaba la anécdota de la anciana que rezaba por él «para bien, porque en contra le rezan allí dentro» (aludiendo a los de La Sacristía de la Vendée), dijo:
«Y… es verdad. Hay gente buena, pero que no está de acuerdo. Otra cosa son todos estos ‘hongos’ que han surgido ahora, estos sedevacantistas, que buscan cualquier cosita para interpretar a su manera. No es gente mala, es gente triste. Con una tristeza de corazón, les tengo lástima».
A nosotros los sedevacantistas nos alegra saber que Bergoglio reconozca DE PROPIA CUENTA, sin que nadie le pregunte, que esté creciendo cada vez más la adhesión a esta postura teológica y canónica. Pero de otra parte, vale la pena precisar algún detalle, como haremos a continuación.
   
El “sedevacantismo” del que Bergoglio habla no se refiere necesariamente a la postura que afirma que desde 1958 (o desde 1963, como postulan algunos, entre ellos los padres de TRADITIO) no hay Papa en la Iglesia Católica. Nada de eso, respetables lectores. Él se está refiriendo a los que afirman que su antecesor inmediato Benedicto XVI Ratzinger (reinó entre 2005 y 2013) era el último Papa válido e invocan una violación al art. 76 de la wojtyliana “Univérsi Domínici gregis”, contra los cuales el periodista italiano Francesco Antonio Grana publicó en aquel lejano 2017 su libro Sedevacantisti (“Sedevacantistas”), que fue obsequiado a Bergoglio en una audiencia general y el Vaticano organizó una rueda de prensa por su lanzamiento.

De una parte, es clara la hipocresía que Religión Digital y Vida Nueva ostentan en su defensa a Bergoglio porque es sabido que por años no gustaban del neoconservador Juan Pablo II Wojtyła y el pseudotradicionalista Benedicto XVI Ratzinger, a quienes atacaban en sus columnas periodísticas y columnas de opinión seguidas solamente por nostálgicos de los años locos del posconcilio temprano y los obispones, que en los sitios web de sus diócesis enlazan a dichas páginas.
  
Por otra, que Bergoglio diga de los sedevacantistas que ellos «buscan cualquier cosita para interpretar a su manera» es predicar moral en calzoncillos, porque él mismo interpreta la Escritura doctrina a su capricho, hablando de “misericordia” sin conversión, de “caridad” sin verdad, y agradando al mundo a costa del Dios y la Iglesia que dice él representar. Y como es habitual con aquello que él odia, los describe como «No es gente mala, es gente triste. Con una tristeza de corazón, les tengo lástima». Pero acontece que Cristo dijo en su Sermón de la Montaña: «Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. ¡Ay de vosotros los que ahora reís!, porque día vendrá en que os lamentaréis y lloraréis» (cf. Matth. V, 5; Luc. VI, 25).
   
Si las lecciones de biología no se olvidan, los hongos crecen en materia en descomposición o expuesta a la intemperie. Y la Secta del Vaticano II, infectada con los hongos modernistas, gobernada desde hace 11 años y dos días por un Bergoglio aferrado y nostálgico de la ilusión del Concilio Ladrón, está abandonada a los elementos mundanos y en descomposición en todos aspectos (las “bendiciones” a los homosexuales, el ecumenismo yéndose a pique, el Gran Holocausto Sexual y Malversación Conciliar, la inminente bancarrota para el próximo cónclave, el –de facto– Cisma Alemán, seminarios y conventos vacíos, cierre de templos, ser ninguneados en la política exterior, y un largo et cœ́tera), por lo que su final es cuestión de tiempo (y no solo el de Bergoglio, que en el último año ha pasado en total poco más de un mes en un hospital).
   
Como fuere, el hecho que las palabras “Sedevacantistas” y “Sedevacantismo” estén en la mente de Bergoglio y que haya hecho este comentario, es algo positivo, y contribuirá a que más personas se interesen en investigar qué posturas sostienen los sedevacantistas y por qué las sostienen, mal que le pese a los progres de Religión Digital y Vida Nueva, o a los lastimosos “línea media” de Gloria News, Roráte Cæli, Adelante la Fe y demás neocones.
  
JORGE RONDÓN SANTOS
15 de Marzo de 2024 (Año Santo del Sagrado Corazón de Jesús).
Viernes de la IV Semana de Cuaresma. Fiesta de la Preciosa Sangre de Cristo; de San Clemente María Hofbauer C.Ss.R., Sacerdote y confesor; de San Zacarías, Papa; Santa Luisa de Marillac, viuda y cofundadora de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl; y San Longinos Centurión. Nacimiento de Alejandro de Rhodes SJ, sacerdote y misionero en Vietnam; y del bienaventurado Daniel Comboni Pace MCCJ, Obispo de Jartum y fundador de los Misioneros Combonianos del Sagrado Corazón de Jesús. Tránsito de Eusebio Francisco Chini/Kühn Lucci SJ (“Padre Kino”), Sacerdote y misionero; y de Leonardo Luis Castellani Contepomi. Arribo de Cristóbal Colón después de su primer viaje; conquista del cacicazgo de Ocotlán por Nuño de Guzmán.

LOS OBISPONES EUROPEOS LLAMANDO A VOTAR POR EL “PROYECTO EUROPEO”

La Comisión de las Conferencias Episcopales de Europa (COMECE) publicó el 13 de Marzo la siguiente declaración:
  


Por un voto responsable que promueva los valores cristianos y el proyecto europeo
Declaración de los obispos de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) de cara a las próximas elecciones al Parlamento Europeo
   
Nosotros, obispos delegados de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, llamamos a todos los ciudadanos, especialmente a los católicos, a prepararse y votar en las próximas elecciones europeas de junio de 2024. El proyecto europeo de una Europa unida en la diversidad, fuerte, democrática, libre, pacífica, próspera y justa es un proyecto que cosanmpartimos [sic] y del que nos sentimos responsables. Todos estamos llamados a expresar esto también emitiendo nuestros votos y eligiendo responsablemente a los miembros del Parlamento Europeo que representarán nuestros valores y trabajarán por el bien común en el próximo Parlamento Europeo.
   
El proyecto de integración europea nació de las cenizas de las terribles guerras que devastaron nuestro continente en el último siglo causando gran dolor, muertes y destrucción. Fue concebido con la intención de garantizar la paz, la libertad y la prosperidad. Esto se logró gracias al coraje y la previsión de personas que supieron superar enemistades históricas y crear algo nuevo que haría prácticamente imposible la guerra en nuestro continente en el futuro. Al principio, este proyecto era un proyecto económico, pero implicaba también una dimensión social y política y valores compartidos. Muchos de los padres fundadores de la Unión Europea eran católicos comprometidos que mantenían una firme creencia en la dignidad de cada ser humano y la importancia de la comunidad. Creemos que este proyecto, que comenzó hace más de 70 años, debe ser apoyado y llevado adelante.

Hoy en día, Europa y la Unión Europea atraviesan tiempos difíciles e inciertos, con una serie de crisis en los últimos años y cuestiones difíciles de afrontar en el futuro próximo, como guerras en Europa y en sus países vecinos, migración y asilo, cambio climático, creciente digitalización y el uso de la inteligencia artificial, el nuevo papel de Europa en el mundo, la ampliación de la Unión Europea y el cambio en los Tratados, etc. Para abordar estas cuestiones cruciales a la luz de los valores fundacionales de la Unión Europea y construir un futuro mejor para nosotros y las generaciones futuras, no sólo en Europa sino también en el mundo, necesitamos políticos valientes, competentes y motivados por valores que persigan honestamente el bien común. Es nuestra responsabilidad tomar la mejor decisión posible en las próximas elecciones.
   
Como cristianos debemos discernir bien por quién y por qué partido votar en este momento importante para el futuro de la Unión Europea. Así pues, hay que tener en cuenta factores que también pueden variar de un país a otro: por ejemplo, la posibilidad de elegir candidatos o solamente partidos, los programas electorales de los distintos partidos, los propios candidatos que se presentan... En estas cuestiones, las Conferencias Episcopales de cada Estado miembro pueden también ofrecer orientaciones útiles. Además, lo importante es que votemos por personas y partidos que apoyen claramente el proyecto europeo y que razonablemente pensemos que promoverán nuestros valores y nuestra idea de Europa, como el respeto y la promoción de la dignidad de cada persona humana, la solidaridad, la igualdad, la familia y el carácter sagrado de la vida, la democracia, la libertad, la subsidiariedad, el cuidado de nuestra “casa común”…. Sabemos que la Unión Europea no es perfecta y que muchas de sus propuestas políticas y legales no están en línea con los valores cristianos y con las expectativas de muchos de sus ciudadanos, pero creemos que estamos llamados a contribuir y mejorarla con las herramientas que la democracia nos ofrece.
   
Muchos jóvenes votarán por primera vez en las próximas elecciones, algunos de ellos con solo 16 años. Animamos encarecidamente a los jóvenes a ejercer su voto en las próximas elecciones europeas y así construir una Europa que asegure su futuro y haga justicia a sus verdaderas aspiraciones. También animamos a los jóvenes católicos europeos que sienten la vocación a involucrarse en política a seguir esta llamada, preparándose bien, tanto intelectual como moralmente, para contribuir al bien común con un espíritu de servicio a la comunidad. En un discurso frecuentemente citado pronunciado por Jacques Delors en Brujas el 17 de octubre de 1989 en el Colegio de Europa, el entonces presidente de la Comisión Europea se dirigió a los jóvenes estudiantes con las siguientes palabras: “Porque estáis siendo invitados a desempeñar vuestro papel en una aventura única, una que une a los pueblos y a las naciones para el bien, no para el mal”.
   
Como obispos europeos, hacemos nuestro este llamamiento a los jóvenes estudiantes y lo dirigimos a todos los ciudadanos europeos. ¡Comprometamos [sic] en el proyecto europeo, que es nuestro futuro, también votando responsablemente en las próximas elecciones!
   
Aprobado por los Obispos delegados de la COMECE:
✠ Mariano Crociata
Obispo de Latina (Italia), Presidente
    
✠ Antoine Hérouard
Arzobispo de Dijon (Francia), Primer Vicepresidente
    
✠Nuno Brás da Silva Martins
Obispo de Funchal (Portugal), Vicepresidente
    
✠ Czesław Kozon
Obispo de Copenhague (Escandinavia), Vicepresidente
    
✠ Rimantas Norvila
Obispo de Vilkaviškis (Lituania), Vicepresidente
    
✠ Lode Aerts
Obispo de Brujas (Bélgica)
    
✠ Virgilio Bercea
Obispo de Oradea Mare (Rumania)
     
✠ José Galea-Curmi
Obispo auxiliar de Malta
    
✠ Jozef Haľko
Obispo auxiliar de Bratislava (Eslovaquia)
    
✠ Teodoro C.M. Hoogenboom
Obispo auxiliar de Utrecht (Países Bajos)
    
✠ Antón Jamnik
Obispo auxiliar de Liubliana (Eslovenia)
    
✠ Philippe Jourdan
Administrador Apostólico de Estonia
    
✠ Andris Kravalis
Obispo auxiliar de Riga (Letonia)
    
✠ Juan Antonio Martínez Camino
Obispo auxiliar de Madrid (España)
     
✠ Gabor Mohos
Obispo auxiliar de Esztergom-Budapest (Hungría)
    
✠ Manuel Nin i Güell O.S.B.
Exarca Apostólico de Grecia
    
✠ Kieran O’Reilly
Arzobispo de Cashel y Emly (Irlanda)
    
✠ Franz-Josef Overbeck
Obispo de Essen (Alemania)
    
✠ Christo Proykov
Obispo de San Juan XXIII de Sofía (Bulgaria)
    
✠ Ivan Šaško
Obispo auxiliar de Zagreb (Croacia)
    
✠ Selim Jean Sfeir
Arzobispo de los maronitas en Chipre
    
✠ Janusz Bogusław Stepnowski
Obispo de Łomża (Polonia)
    
✠ Jan Vokál
Obispo de Hradec Králové (República Checa)
    
✠ Leo Wagener
Obispo auxiliar de Luxemburgo
     
✠ Ägidius Zsifkovics
Obispo de Eisenstadt (Austria)
La Unión Europea (a la que quieren erigirle como patrono a Robert Schuman) no representa los valores cristianos (de los que renegó en su carta fundacional), sino que defiende el aborto, la eutanasia, la ideología de género, el inmigracionismo y el globalismo, por lo que la declaración de la COMECE (cuya traducción oficial al español parece escrita con las patas) se contradice a sí misma, y se olvida que cuando la Iglesia se pone en transa con los poderes anticristianos, solo le espera un miserable y sonoro fracaso. Ahí están si no el “Ralliement” de Rampolla, el “Modus vivéndi” en el Méjico pos-Cristiada, y las “Ostpolitik” de Gasparri, Casaroli y Parolin.
   
De otra parte, el llamado a votar por quienes promuevan el “proyecto europeo” es sospechosamente parecido a la resolución adoptada diez años atrás por el Soberano Consejo de Gobierno y del Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y aceptado, y el Supremo Consejo Masónico de España:
Ante las elecciones europeas: participación activa y opción por la ‘república’ europea
Resolución adoptada por unanimidad en la reunión conjunta del Soberano Consejo de Gobierno y del Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y aceptado – Z∴ de Barcelona, 26 de abril de 2014, ratificada también por unanimidad en la Asamblea General del Supremo Consejo Masónico de España celebrada el mismo día.
   
El Supremo Consejo ha tomado en consideración la admonición de Jürgen Habermas de que es imprescindible conseguir más Europa. Ha compartido su análisis de que “sin el empuje de una vital formación de la voluntad por parte de una sociedad de ciudadanos movilizable más allá de las fronteras nacionales, al Ejecutivo de Bruselas, que a estas alturas se ha convertido en un organismo autorreferente, le faltan las fuerzas y el interés necesarios para regular de formas socialmente sostenibles a unos mercados que ya están entregados a sus espíritus animales”. Ha aceptado que el proyecto europeo común de fondo requiere transferencias económicas y responsabilidad solidaria entre los Estados miembros, así como una representación paritaria del Parlamento y del Consejo en la legislación, y una Comisión que responda ante ambas instituciones.
   
El Supremo Consejo ha tomado nota de que junto a una postura optimista como la descrita, se alzan otras, más pesimistas, como la de Paolo Flores d’Arcais, que destacan la existencia de un poder omnímodo de los mercados. Frente a esta situación, sin embargo Flores d’Arcais propone que el voto de los ciudadanos se ejerza con autonomía y conforme a las convicciones de cada cual, que sea un voto no sojuzgado ni sometido. Un voto en el que la soberanía de todos y de cada uno no haya sido hurtada o lobotomizada, un voto que se ejerza en condiciones tales que frene el aumento de los que se quedan en casa o votan en blanco o lo hacen por partidos explícitamente antidemocráticos. El Supremo Consejo comparte el criterio de que sólo en una sociedad en la que reinen de forma efectiva la libertad, la igualdad y la fraternidad, el voto ciudadano podrá reforzar a las instituciones europeas.
    
El Supremo Consejo hace suyas las palabras del diplomático Ignacio Pérez Caldente de que “Europa se encuentra en una encrucijada histórica. Se trata de una crisis económica, desde luego, pero también política e institucional y, en definitiva, de una crisis de confianza. Europa puede salir reforzada pero también puede estancarse y seguir aumentando la brecha entre los ciudadanos y las instituciones, nacionales y europeas que les representan. De la capacidad de los lideres e instituciones para explicar adecuadamente lo que está en juego dependerá que los ciudadanos recuperen la confianza en el proyecto europeo”.
    
En realidad, el Supremo Consejo cree que en Europa han de seguir equilibrándose las políticas de redistribución de la riqueza con el desarrollo de un verdadero pensamiento social europeo que sea el pilar de construcción de una república continental basada en los valores de la ciudadanía. La Europa que el Supremo Consejo desea fortalecer es la patria de los derechos humanos y el eje vertebrador es el principio de laicidad, que implica el fomento de la tolerancia y de la educación cívica con una clara finalidad emancipadora, puesta al servicio del libre desarrollo de la personalidad.
    
En méritos de cuanto antecede, el Supremo Consejo Masónico de España, Potencia Masónica Soberana, administradora de los Altos Grados Escoceses de los francmasones de la Gran Logia Simbólica Española, llama a sus conciudadanos:
(i) A votar en las próximas elecciones europeas del 25 de mayo de 2014, otorgando a su voto un significado activo de opción por el reforzamiento de la Unión Europea.
(ii) A la militancia activa en favor de la reforma institucional, en un sentido federal, de la Unión Europea que permita afrontar la mutualización de la deuda, la unión presupuestaria y tributaria y la unión bancaria, como eslabones de libertad y progreso.

RENUNCIÓ EL PRIMERO EN IMPLEMENTAR “Traditiónis Custódes”


En un sorpresivo movimiento el 14 de Marzo, Francisco Bergoglio aceptó la renuncia de Declán Ronan Lang (foto), de 73 años, quien por 23 años había sido obispón de Clifton (Inglaterra).
  
Como su sucesor, se designó al canónigo Bosco MacDonald, decano de la catedral de San Pedro y San Pablo en Bristol. Su “instalación” tendrá lugar en fecha por definir.
    
Déclan Lang, un liberal redomado proveniente del “círculo mágico” del obispo de Portsmouth (y posterior arzobispón de Liverpool) Derek John Harford Worlock Hoblyn, fue el primer obispón en Inglaterra y todo el mundo en implementar el motu “Traditiónis Custódes” prohibiendo totalmente el rito roncalliano de 1962 (siendo el único caso del país), revocando el permiso que otorgara dos años atrás a los benedictinos Dom Anselm Redman y Dom Bede Rowe del santuario diocesano de Nuestra Señora en Glastonbury. Por contravía, defiende todo lo que no es católico, como las “eucaristías gay”.

jueves, 14 de marzo de 2024

PRESBÍTERO ESTADOUNIDENSE NIEGA EXPIACIÓN DE LA MUERTE DE CRISTO

Traducción del artículo publicado en NOVUS ORDO WATCH.
   
PRESBÍTERO NOVUS ORDO NIEGA EXPIACIÓN DE CRISTO: «JESÚS NO MURIÓ PARA APACIGUAR UN PADRE ENOJADO».
La Cuaresma en la religión Novus Ordo…
   

Es Cuaresma, incluso en la religión del Vaticano II. Si bien es algo noble prescindir de cosas como dulces y entretenimiento durante esta temporada sagrada de penitencia, se lograría mucho si los presbíteros del Novus Ordo pudieran al menos renunciar a la herejía durante la Cuaresma.

No así el Rev. Terrance W. Klein, retratado arriba. Ex profesor asociado de la facultad de teología en la Universidad de Fordham, es autor del libro Vanity Faith: Searching for Spirituality among the Stars (2009) y ahora sirve en la parroquia de San José en Ellinwood (Kansas), parte de la diócesis de Dodge City.
    
El 6 de Marzo de 2024, el periodicucho jesuita poscatólico America publicó una homilía por el Rev. Klein para el IV Domingo de Cuaresma. El mero título es herético:
En esta homilía, el “padre” Klein (¿por qué “padre” entre comillas?) responde a una mujer que lo contactó porque estaba molesta por algo que él había dicho en un sermón anterior, a saber: «Lo que Dios finalmente no nos pediría, Dios da gratuitamente. El Padre sacrifica a su hijo Jesús, su único hijo, a quien ama».
     
Eso fue suficiente para que ella objete: «Me encantaría verte abordar el terrible [sic] tema de la expiación. ¿Jesús no murió para apaciguar a un Dios enojado, ni, a través de su tortura y muerte aterradora, para expiar el pecado, a menos que el Padre sea así de sediento de sangre?».
    
En respuesta, el reverendo Klein está escandalosamente de acuerdo con el argumento básico de su objetora: «Mi corresponsal rechaza con razón la noción de Dios Padre exigiendo airadamente la muerte de Dios Hijo… Tiene toda la razón. Jesús no murió para apaciguar a un Dios enojado, pero aun así dejaría mis palabras como estaban». ¡Señor, ten misericordia!
  
HABLAR CORRECTAMENTE DE DIOS
Lo que vemos aquí es el fruto podrido de la Nouvelle Théologie, la “Nueva Teología”, que comenzó a asomar su fea cabeza en la década de 1930. Ella fue criticada por el Papa Pío XII en varios discursos en la década de 1940, y muchos de sus errores fueron condenados en la magistral encíclica Humáni géneris in rebus (1950), con una encíclica secuela en proceso pero que nunca se completó.
    
Varios de los defensores de la Nouvelle Théologie (oficialmente llamada teología de los recursos) fueron silenciados y sospechosos de herejía por el Santo Oficio. Lamentablemente, sin embargo, estas medidas papales resultaron demasiado débiles, demasiado ineficaces para oponerse a una corriente tan fuerte. Cuando Angelo Roncalli (“Papa Juan XXIII”) se apoderó del Vaticano en 1958, se abrieron las esclusas: Muchos de los neoteólogos fueron rehabilitados y se convirtieron en peritos (consejeros teólogos expertos) en el Concilio Vaticano II (1962-1965). Desde entonces, el recurso a los recursos ha sido la teología preferida del Vaticano, con resultados innegablemente desastrosos.

Uno de los principales errores de la Nueva Teología se refiere a la relación entre el contenido de los dogmas (y, por extensión, de otras verdades teológicas) y su expresión  (ver Humáni Géneris, nn. 14ss.). Parecería que esta cuestión, o alguna variación de la misma, es parte de lo que subyace en la afirmación herética del “P.” Terrance Klein de que Cristo no murió para apaciguar a Dios Padre, justamente enojado por cuenta de nuestros pecados. Así el reverendo empieza la parte explicatoria de su sermón con la siguiente advertencia:
«Como la mayoría de las declaraciones teológicas, la verdad de mis palabras no debe ser juzgada por correspondencia: no podemos presentar nuestras palabras a Dios para que las inspeccione. En cambio, las afirmaciones teológicas se juzgan principalmente por su coherencia. ¿Cómo encajan con todo lo demás que podemos afirmar correctamente de Dios?» (Rev. Terrance Klein, Jesús no murió para apaciguar a un Dios enojado, revista America, 6 de Marzo de 2024).
Aunque esto pueda parecer razonable al principio, lo que Klein afirma aquí es peligroso. Es cierto, por supuesto, que cuando hablamos de Dios, estamos necesariamente limitados porque Dios es infinito y cualquier cosa que podamos decir sobre Él se basa en conceptos meramente finitos extraídos de nuestro mundo creado y finito. Sin embargo, esto no significa que no podamos hablar sinceramente acerca de Dios, que no tengamos forma de saber si lo que decimos corresponde a la realidad.

Una de las claves para entender esto se puede encontrar en la doctrina de la analogía de Santo Tomás de Aquino (algo respaldado por el propio Klein hacia el final de su homilía). El filósofo tomista Dr. Edward Feser ofrece una buena explicación al respecto en su libro sobre la existencia de Dios:
«El uso analógico de los términos suele contrastarse con el uso unívoco y el uso equívoco. Usamos un término unívocamente en dos contextos cuando lo usamos en el mismo sentido en ambos contextos. Por ejemplo, si digo que Rover es un perro y que Fido es un perro, estoy usando el término “perro” de forma unívoca. Usamos un término de manera equívoca en dos contextos cuando lo usamos en un contexto en un sentido completamente diferente del sentido que tiene en el otro. Por ejemplo, si digo que el jugador de béisbol balanceó el bate y que había un murciélago volando por el ático [en inglés, “I say that the baseball player swung the bat and that there was a bat a flying around the attic”, N. del T.] estoy usando el término “bat” de manera equívoca. El uso analógico de términos es un tipo de uso intermedio. Cuando un término se usa analógicamente en dos contextos, el término no se usa exactamente en el mismo sentido en ambos contextos, pero los sentidos tampoco son completamente diferentes. Por ejemplo, si digo que el vino sigue siendo bueno y que George es un buen hombre, no estoy usando el término “bueno” exactamente en el mismo sentido (ya que la bondad del vino es algo muy diferente a la bondad de un hombre), pero los dos usos tampoco son completamente diferentes o no están relacionados. La bondad de uno es análoga a la bondad del otro, aunque no sean la misma cosa. Nótese que el uso analógico de los términos (o al menos el tipo de uso analógico que nos ocupa aquí) no es lo mismo que un uso metafórico. Tampoco hablamos metafóricamente cuando decimos que el vino es bueno o que George es bueno. En ambos casos seguimos utilizando el término literalmente, aunque no de forma unívoca o equívoca.
    
Cuando decimos de Dios que es poderoso, que tiene intelecto o que es bueno, entonces deberíamos (así lo sostiene Tomás de Aquino, acertadamente en mi opinión) entender estos términos de forma analógica. Estamos diciendo que hay en Dios algo análogo a lo que llamamos poder en nosotros, algo análogo a lo que llamamos intelecto en nosotros y algo análogo a lo que llamamos bondad en nosotros. Estos no están del todo ajenos al poder, el intelecto y la bondad tal como existen en nosotros (del mismo modo que ser un bate de béisbol no tiene ninguna relación con ser el tipo de murciélago que vuela por el ático). Pero tampoco el poder, el intelecto y la bondad de Dios son exactamente iguales a lo que existe en nosotros. En particular, lo que llamamos poder, intelecto y bondad de Dios (así como los demás atributos divinos) son, en última instancia, una y la misma cosa vista desde diferentes puntos de vista, mientras que lo que llamamos poder, intelecto y bondad en nosotros no son lo mismo» (Edward Feser, Cinco pruebas de la existencia de Dios [San Francisco, CA: Ignatius Press, 2017], págs. 78-79; cursiva en el original).
Esta lúcida explicación del Dr. Feser nos permite comprender que aunque lo que podemos decir sobre Dios está necesariamente limitado por nuestro habla y comprensión humanas, por medio de analogías se dice sin embargo con verdad. Cuando afirmamos que Dios es Amor, por ejemplo, lo que decimos es verdad, aunque nuestra propia comprensión del amor sea finita y esté sujeta a las limitaciones de nuestras mentes creadas. Y cuando decimos que es verdad queremos decir que se corresponde con la realidad. ¡Dios realmente es Amor, Amor infinito!
    
Klein parece negar esto cuando afirma que «las afirmaciones teológicas se juzgan principalmente por su coherencia». Sin embargo, la coherencia por sí sola, o incluso principalmente, no es ni podría ser un criterio de conocimiento. Se puede ser muy coherente y seguir equivocándose. El mero hecho de que una afirmación sea coherente con otras afirmaciones no significa que sea verdadera, sólo que armoniza con otras afirmaciones. Pero, ¿ellas son ciertas y, de ser así, queremos decir con ello que son coherentes o que corresponden a la realidad? Si es lo primero, entonces somos víctimas del razonamiento circular; pero si es esto último, entonces acabamos de admitir que la correspondencia con la realidad es posible para las afirmaciones teológicas.
    
Por tanto, la posición de Klein prácticamente se refuta a sí misma. Esto lo vemos en su pregunta explicativa sobre la coherencia: «¿Cómo encajan [mis palabras] con todo lo demás que podemos afirmar correctamente de Dios?». ¿Cómo puede hablar de lo que podemos «afirmar correctamente de Dios». cuando su enfoque se basa en la coherencia y no en la correspondencia con la realidad?
  
Klein se enfrenta aquí a un dilema: o debe admitir que lo que se dice correctamente de Dios se corresponde con la realidad, en cuyo caso estaría socavando sustancialmente su tesis; o debe argumentar que lo que se cree que Dios afirma correctamente es simplemente otra serie de afirmaciones coherentes, que sólo son “verdaderas” en la medida en que armonizan con otras afirmaciones que son… ¡oh, bueno! – simplemente coherentes con otra serie más de… ya entiendes la idea. Por lo tanto, se quedaría con una regresión infinita que, en última instancia, no se basa en la nada. Pero la coherencia sólo tiene significado para el conocimiento si tiene un fundamento en correspondencia con la realidad. De cualquier manera quiere dividirlo, por lo tanto, se demuestra que su posición es falsa.
    
Ahora bien, Klein podría responder señalando que simplemente dijo que “la mayoría” de las declaraciones teológicas no pueden juzgarse por correspondencia, no todas, y que la coherencia es sólo “principalmente” el criterio por el cual juzgar la verdad de una declaración teológica, no el único criterio. Sin embargo, dado que no aclara ni elabora, no hay forma de saber exactamente qué afirmaciones en su opinión pueden ser juzgadas por correspondencia, y qué otros criterios de juicio podría permitir además de la coherencia, y por qué.
    
Además, aunque primero dice que la verdad de «la mayoría de las declaraciones teológicas... no debe juzgarse por correspondencia», rápidamente elimina el determinante “la mayoría” en la siguiente oración y afirma sin reservas que «las afirmaciones teológicas se juzgan principalmente por la coherencia». Esto plantea la pregunta obvia de que si la coherencia es sólo el criterio principal, ¿cuáles son los otros criterios que podemos utilizar y por qué deberían ser secundarios a la coherencia?
    
De todos modos, la razón que da para preferir la coherencia a la correspondencia es que «no podemos presentar nuestras palabras a Dios para que las inspeccione». Pero si este es el caso sólo para “la mayoría”, no para todas, las declaraciones teológicas, entonces debe estar diciendo que algunas declaraciones teológicas pueden presentarse ante Dios para su inspección. ¿Cuáles son y por qué se puede establecer correspondencia para ellos pero no para los demás?
    
Lamentablemente, Klein ni siquiera comienza a responder estas preguntas y el lector debe sacar sus propias conclusiones.
   
¿POR QUÉ DIOS SE HIZO HOMBRE? LA POSICIÓN CONFUSA Y CONFUSIVA DE KLEIN
Lo que sigue a continuación en la homilía del reverendo Klein es una mezcolanza de afirmaciones sobre la libertad, el pecado, el castigo y la redención. Declaraciones como las siguientes dejan al lector más perplejo que informado:
  • «Cuando pecamos, nos alejamos de nosotros mismos».
  • «Y somos nosotros quienes debemos deshacer lo que hemos hecho. Una vez colocados en el ámbito de la libertad, todo lo que hagamos debe ser luchado y elaborado dentro de su libertad».
  • «Ninguno de ellos [Dios Padre y Dios Hijo] hace un sacrificio, en el sentido religioso, al Maligno o a algún código impersonal de justicia. El amor sacrifica lo que exige la necesidad».
La vaguedad, ambigüedad y oscuridad intencionales son bastante características de la Nueva Teología, por lo que citas como la anterior no son una sorpresa. Ésa es la teología que los sacerdotes del Novus Ordo estudiaban en el seminario y, a menudo, no conocen nada diferente.
    
Klein finalmente llega a su conclusión blasfema y herética:
«Asimismo, es aborrecible y tonto pensar que la ira de Dios se apacigua con la muerte de su Hijo. La voluntad de Dios es eterna, inmutable. Cuando las Escrituras aplican nuestras emociones a Dios, lo hacen a modo de analogía. Todo el compromiso personal que expresamos a través de nuestras emociones encuentra resonancia en Dios. Pero así como el Dios eterno no pasa de una acción a otra, el corazón de Dios es firme. Es mejor pensar en Dios como alguien a la vez enojado y compasivo, afligido y regocijado. El nuestro es el movimiento que revela la variación» (subrayado añadido).
¡Lo que es aborrecible y tonto es la negación de Klein de que la ira de Dios se apacigua con el sacrificio de Su Hijo!
    
La objeción tanto de Klein como de su corresponsal anónima no es nueva. Los acatólicos lo han logrado una y otra vez. Se abordó brevemente, por ejemplo, en el vol. 1 de las famosas Radio Replies, publicadas por primera vez en 1938:
«744. La idea de la expiación mediante sacrificio humano me llena de horror y debe ser aborrecible para un Dios bueno y misericordioso.
    
No aborrecerías la muerte de Cristo por la humanidad si entendieras el pleno significado de la acción. Lejos de oponerse a la bondad y misericordia de Dios, es la manifestación suprema de esa bondad, el hecho de que Dios ame tanto al mundo como para dar a su Hijo unigénito» (Padres Leslie Rumble y Charles Mortimer Carty, Radio Replies, vol. 1 [San Pablo (Minesota): Radio Replies Press Society, 1938], pág. 155; en negrita).
Observa cómo la respuesta dada por los padres Rumble y Carty es diametralmente opuesta a la dada por el “P.” Klein. Mientras que los “Padres de la Radio” rechazan la afirmación de que la Expiación es incompatible con un Dios bueno y misericordioso, porque de hecho es la prueba definitiva de que Dios es en verdad todo bueno y todo misericordioso, el sacerdote del Novus Ordo coincide con quien se opone a hasta el punto de afirmarse blasfemamente que «es aborrecible y tonto pensar que la ira de Dios se apacigua con la muerte de su Hijo». ¡Qué diferencia hace la teología equivocada!
     
La tortura y la muerte de Jesús son en verdad una prueba magnífica de la bondad y el amor infinitos de Dios. Los horrores y la crueldad que soportó Cristo nos muestran (a) cuán terrible es realmente el pecado, y (b) ¡cuánto nos ama Dios que está dispuesto a soportar un sufrimiento tan incomprensible para redimirnos! «Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo, y tengo poder para ponerla, y tengo poder para volver a tomarla. Este mandamiento he recibido de mi Padre» (Jn 10, 17-18). De ahí que el P. Rumble y el p. Carty habla de “la manifestación suprema” de la bondad divina en el Sacrificio del Calvario.
    
En lugar de ayudar a su corresponsal a comprender estas hermosas verdades, que también son muy útiles para iluminar por qué Dios nos permite sufrir y requiere que carguemos con nuestra cruz (ver Luc. 14:27), el reverendo Klein habla oscuramente del «viaje [de Cristo] hasta el punto más lejano de nuestra alienación»:
«Por eso, cada miembro de la Trinidad quiere que el Hijo, que es Dios y hombre, viaje hasta el punto más lejano de nuestra alienación. Allí, con la fuerza de su humanidad y de su divinidad, pasa resueltamente por la muerte en su regreso al Padre. Y por supuesto, nos trae con él».
Si Dios Hijo no ofreció un sacrificio expiatorio del pecado para apaciguar la justa ira de Dios Padre, ¿qué hizo en el Monte Calvario? ¿Para qué fueron su Pasión y Muerte, según el “P.” Klein?
    
Basado en su homilía del IV Domingo de Cuaresma, la respuesta parece tener algo que ver con el deseo de Cristo de experimentar el sufrimiento y la muerte como nosotros: «El Hijo de Dios debe venir por nosotros, y debe viajar hasta el nadir de nuestra vida. autonegación, nuestra alienación de Dios. Debe aceptar la misma muerte que trae el pecado». Esto recuerda bastante a la tesis herética del “Arzobispo” alemán Robert Zollitsch Geiger proclamó en 2009, pero eso lo dejaremos para más adelante.
   
¿ES LA IRA DE DIOS UNA SIMPLE METÁFORA?
Primero debemos abordar el argumento de Klein de que la ira de Dios no puede ser apaciguada por la muerte de Su Hijo porque esto implicaría que Dios puede cambiar, lo cual es imposible. Invocando la doctrina de la analogía, Klein afirma que las declaraciones bíblicas que involucran las emociones de Dios no deben tomarse literalmente. Pero no tan rápido…
   
Es muy cierto que no hay cambio en Dios, porque Él es eternamente inmutable: «Porque yo soy el Señor, y no cambio…» (Malaquías 3, 6). También es cierto que Dios no tiene pasiones humanas (fuera de las de Cristo Encarnado, claro). Sin embargo, de estas verdades no se sigue que la justa indignación de Dios no sea apaciguada por la muerte de Nuestro Señor en la Cruz.

El P. José M.ª Dalmau y Puig de la Bellacasa SJ, explica:
«Muchos afectos se atribuyen a Dios en la sagrada Escritura y en la predicación de la Iglesia, de entre los cuales unos se dan formal y propiamente en la voluntad de Dios, y otros solamente se dan en esta voluntad “secúndum quid” o metafóricamente.
  
EL AMOR, EL GOZO, LA AVERSIÓN, deben atribuirse a Dios en sentido propio, porque no implican en sí ninguna imperfección o limitación. Acerca de estos trata bellamente Santo TOMÁS, I q.20. EL DESEO, si denota simplemente la voluntad antecedente respecto de la creatura, y la INDIGNACIÓN o ENOJO en cuanto que por estas dos palabras se da a entender solamente la justicia que conlleva el castigo, se dan también con propiedad en Dios; no en cambio si con estas palabras se significan pasiones propiamente tales, que al igual que otras afecciones o estados de esta índole de tristeza, de esperanza, de desesperación y de temor, según su propia naturaleza no pueden apartarse o prescindir de la imperfección, las cuales no pueden ser compatibles con la suma bienaventuranza y el supremo poder de Dios; así pues se da un sentido metafórico o metonímico en las expresiones con las que se atribuyen a Dios estas afecciones» (P. José M.ª Dalmau y Puig de la Bellacasa SJ, Sobre el Dios Uno y Trino, en Sacræ Theologiæ Summa, vol. IIA, n. 204, pág. 174; subrayado añadido).
Esto muestra que es incorrecto sostener, como lo hace Klein, que la ira de Dios, entendida como Su justicia vengativa, es una mera metáfora. No lo es. Invocar la doctrina de la analogía no ayudará aquí, porque, como vimos explicar anteriormente a Ed Feser, «el uso analógico de los términos… no es lo mismo que un uso metafórico». Todo lo que afirmamos de Dios lo afirmamos analógicamente, ya sea literal o metafóricamente.
    
Sí, se puede hablar de Dios metafóricamente. Por ejemplo, el Salmo 90:4 dice: «Él te cubrirá con sus hombros, y bajo sus alas estarás seguro». Evidentemente se trata de metáforas, ya que Dios no tiene cuerpo y por tanto no puede tener hombros ni alas. Es cierto que Dios asumió la naturaleza humana en la Encarnación, pero obviamente no es de eso de lo que habla el versículo.

Aunque podemos hablar metafóricamente de Dios, la ira que podemos atribuirle apropiadamente a Dios es Su justicia vindicatica, y no es una metáfora. Pero esta justicia vindicativa se satisface con la expiación adecuada, y es en este sentido que hablamos de que Dios es apaciguado por el sacrificio de su Divino Hijo. Sin embargo, esto no implica ningún cambio en Dios, porque es desde toda la eternidad que Dios se siente ofendido por el pecado y apaciguado por el Sacrificio del Calvario: «Dios a lo largo de toda la eternidad posee el acto de irritación y de amor respecto al tiempo en el que el hombre es pecador y justo» (Dalmau, Sobre el Dios Uno y Trino , pág. 97).
   
¿Por qué estas verdades son tan difíciles de aceptar para el “P.” Klein, ¿y con qué las está reemplazando? Su sermón está lejos de ser lúcido e introduce más oscuridad que luz en la discusión. De hecho, parece que incluso ha entendido mal la preocupación de la objetora que citó al principio: «Me encantaría verte abordar el terrible [sic] tema de la expiación. ¿Jesús no murió para apaciguar a un Dios enojado, ni, a través de su tortura y muerte aterradora, para expiar el pecado, a menos que el Padre sea así de sediento de sangre?».

Claramente, el problema de la mujer es la idea de que Dios exigiría un sacrificio de sangre en expiación por los pecados de la humanidad, aparentemente algo de lo que nunca antes había oído hablar en la religión del Vaticano II (no es demasiado sorprendente). En lugar de explicarle esto de acuerdo con la doctrina católica perenne, Klein le indica que está de acuerdo con ella en que afirmar esto sería realmente aborrecible y luego se refiere a la inmutabilidad (inmutabilidad) de Dios. Como si al objetor le preocupara que un Dios enojado, apaciguado por la Pasión de su Hijo, constituyera un cambio en el Dios inmutable. ¡Claramente eso no es lo que preocupa a la dama!
   
EL TESTIMONIO DE LA DIVINA REVELACIÓN Y EL MAGISTERIO
La evidencia bíblica de la ira de Dios a causa de nuestros pecados y la subsiguiente naturaleza propiciatoria (expiadora de pecados) de la Pasión y Muerte de Cristo en la Cruz es sobreabundante. Nos limitaremos a examinar algunas citas.
    
El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos de Dios expresando, amenazando y dispensando o reteniendo Su justa ira, pero el concepto no se limita únicamente al Antiguo Pacto. El Nuevo Testamento también habla de la ira de Dios:
  • Pero él es misericordioso y perdonará sus pecados, y no los destruirá. Y muchas veces aplacó su ira, y no encendió toda su ira. (Sal 77:38)
  • Conviértenos, oh Dios nuestro salvador, y apaga de nosotros tu ira. (Sal 84:5)
  • ¿Quién puede decir si Dios se volverá y perdonará, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? (Jonás 3:9)
  • Hemos pecado, hemos hecho maldad, hemos actuado injustamente, oh Señor Dios nuestro, contra todas tus justicias. Aparta de nosotros tu ira, porque somos pocos entre las naciones a donde nos dispersaste. (Baruc 2:12-13)
  • Oh Señor, contra toda tu justicia: apártate, te ruego, tu ira y tu indignación, de tu ciudad Jerusalén, y de tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son oprobio para todos los que nos rodean. (Daniel 9:16)
  • Y viendo venir a su bautismo muchos de los fariseos y saduceos, [St. Juan el Bautista] les dijo: Generación de víboras, ¿quién os mostró cómo huir de la ira venidera? (Mt 3:7)
  • Que nadie os engañe con palabras vanas. Porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de incredulidad. (Efesios 5:6)
  • Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de aquellos hombres que retienen la verdad de Dios en la injusticia. (Romanos 1:18)
Para evitar nuestra ruina eterna, el Dios todo misericordioso se complació en enviar a su propio Hijo para hacer expiación por nuestros pecados, para ser el «Cordero de Dios... que quita el pecado del mundo» (Jn 1:29). En esto mostró su infinita misericordia y amor: «En esto está la caridad: no como si hubiésemos amado a Dios, sino porque él nos amó primero a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados» (1 Jn 4:10). En efecto, «él es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo» (1 Jn 2,2).
   
Que Dios mismo sería el Cordero, y que este Cordero sería inmolado, fue presagiado y profetizado en el Antiguo Testamento:
  • Y Abraham dijo: Dios se proveerá de víctima para un holocausto, hijo mío. (Génesis 22:8)
  • Di a los pusilánimes: Confiad, y no temáis: he aquí vuestro Dios traerá venganza de recompensa: Dios mismo vendrá y os salvará. (Is 35:4)
  • Y el Señor agradó herirlo en su enfermedad: si pone su vida por el pecado, verá una descendencia duradera, y la voluntad del Señor será prosperada en su mano. (Is 53:10)
  • ¿Quién es éste que viene de Edom, con vestiduras teñidas de Bosra, este hermoso en su manto, caminando en la grandeza de su fuerza? Yo, que hablo justicia, y soy defensor para salvar. ¿Por qué, pues, son rojos tus vestidos, y tus vestidos como los de los que pisan el lagar? Pisé solo el lagar, y de los gentiles no hay hombre conmigo; los pisoteé en mi ira, y los pisoteé en mi ira, y su sangre fue rociada sobre mis vestidos, y manché toda mi ropa. Porque el día de la venganza está en mi corazón, el año de mi redención ha llegado. (Is 63:1-4)
Para aquellos que hacen uso apropiado del Sacrificio Redentor del Calvario, les servirá para la salvación, lavando sus pecados y regenerándolos para una vida nueva y sobrenatural de gracia. Pero aquellos que lo rechacen no se librarán de la ira de Dios:
  • ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, y haces lo mismo, que escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su bondad, paciencia y paciencia? ¿No sabes que la benignidad de Dios te lleva a la penitencia? Pero según tu dureza y tu corazón impenitente, atesoras para ti la ira, para el día de la ira, y la revelación del justo juicio de Dios. El cual pagará a cada uno según sus obras. A los que con paciencia en el buen trabajo buscan la gloria y la honra y la incorrupción, la vida eterna; pero a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que dan crédito a la iniquidad, la ira y la indignación. (Romanos 2:3-8)
  • Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios propuso como propiciación, mediante la fe en su sangre, para la manifestación de su justicia, para la remisión de los pecados anteriores, mediante la paciencia de Dios, por la manifestación de su justicia en este tiempo; para que él mismo sea justo y justificador del que es de la fe de Jesucristo. (Romanos 3:24-26)
  • Cristo murió por nosotros; Así que mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. (Romanos 5:9)
  • Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Y oí una gran voz desde el templo, que decía a los siete ángeles: Id y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra. (Apocalipsis 15:7; 16:1)
Dos mil años de catolicismo son impensables sin la verdad divinamente revelada de que Jesucristo ofreció un sacrificio expiatorio de los pecados a su Padre para la redención del mundo, aplacando así la justa ira de Dios y restaurando su honor ultrajado. No sorprende, por lo tanto, que encontremos la clara evidencia bíblica también afirmada por el magisterio de la Iglesia Católica.
    
En primer lugar, consideraremos el Concilio de Trento, que dejó en claro que nuestra justificación fue ganada por Jesucristo cuando se ofreció a sí mismo en la Cruz:
«…pero la causa meritoria es su amadísimo Hijo unigénito, nuestro Señor Jesucristo, “que siendo enemigos” [Rom 5,10], “por la gran caridad con que nos amó” [Ef 2,4], mereció la justificación por nosotros por su santísima pasión en el madero de la Cruz, y dio satisfacción por nosotros a Dios Padre…» (Concilio de Trento, Sesión VI, Capítulo 7; Denz. 799 )
Dado que la Santa Misa es el mismo Sacrificio del Calvario que Nuestro Señor ofreció hace 2000 años, también es propiciatorio:
«Y como en este divino sacrificio, que se celebra en la Misa, está contenido e inmolado incruentamente ese mismo Cristo, que en el altar de la Cruz “una vez se ofreció a sí mismo” sangrientamente [Heb 9,27], el El santo Sínodo enseña que esto es verdaderamente propiciatorio, y tiene este efecto: que si contritos y arrepentidos nos acercamos a Dios con un corazón sincero y una fe recta, con temor y reverencia, “obtenemos misericordia y hallamos gracia en el socorro oportuno” [Heb 4, 16]. Porque, apaciguado por esta oblación, el Señor, concediendo la gracia y el don de la penitencia, perdona los crímenes e incluso los grandes pecados. Porque es una y la misma Víctima, la misma que ahora ofrece por ministerio de los sacerdotes como Aquel que entonces se ofreció a sí mismo en la Cruz, siendo diferente sólo el modo de ofrecer. Los frutos de esa oblación (es decir, sangrienta) se reciben más abundantemente a través de esta incruenta; hasta ahora esto último está lejos de ser despectivo para Él de alguna manera. Por lo tanto, se ofrece justamente según la tradición de los apóstoles, no sólo por los pecados de los fieles vivos, para sus castigos y otras necesidades, sino también por los muertos en Cristo que aún no han sido completamente purificados» (Concilio de Trento, Sesión XXII, Capítulo 2; Denz. 940).
Si el Sacrificio de Cristo en el Calvario no fuera de naturaleza propiciatoria, ¿qué significaría esto para la Santa Misa católica?
    
La religión del Vaticano II bajo el 'Papa' Pablo VI resolvió ese dilema con bastante rapidez, por supuesto, con la institución del Novus Ordo Missæ ('Nueva Misa') en 1969. Esta parodia del rito romano de la Misa prácticamente ha terminado. Eliminó la noción de la Misa como sacrificio expiatorio del pecado y en su lugar introdujo el concepto de la Misa como una cena litúrgica. Atrás quedó la Misa como 'Santo Sacrificio'; ahora el término preferido es 'celebración eucarística'. No es de extrañar que el feligrese promedio esté confundido acerca de la naturaleza del Sacrificio del Calvario.
   
Volviendo al Papa León XIII, encontramos la doctrina católica relativa a la Redención expresada de la siguiente manera:
«Por tanto, como llegase el tiempo de realizarse el divino decreto, el unigénito Hijo de Dios, hecho hombre satisfizo ubérrima y cumplidamente con su sangre al Dios ofendido por los hombres, y reivindicó para sí al género humano, a tanto precio redimido. “No estáis redimidos por el oro y la plata corruptibles, sino por la preciosa sangre de Cristo, que es como la de un cordero inmaculado e inocente” (1 Pedro I, 18-19). […] Y como Jesús borrase el documento de aquel decreto que era contrario a nosotros, fijándolo en la cruz (Colosenses II, 14), las celestiales iras se aplacaron para siempre, quedando rotos los lazos de la antigua servidumbre en que estaba el conturbado y errante género humano, reconciliada ya la voluntad divina, devuelta la gracia, abiertas de par en par las puertas de la eterna bienaventuranza y restablecido el derecho con los medios de conseguirla. Entonces, despierto el hombre de aquel mortífero y continuo letargo en que yacía, vio la luz de la verdad tan deseada que buscaron en vano siglos y siglos» (Papa León XIII, Encíclica Tamétsi futúra prospiciéntibus, n. 3; subrayado añadido). 
El Papa Pío XII también afirmó esta maravillosa y hermosa verdad divinamente revelada en la que reside toda nuestra esperanza:
«¡Oh sublimidad de la misericordia y justicia divina, que socorrió a los culpables y se forjó hijos! ¡Oh cielos abajados hasta nosotros para que, alejando a las brumas infernales, aparecieran las flores sobre nuestra tierra [cf. Cant. II, 11ss] y nosotros fuéramos hechos hombres nuevos, nueva creatura, gente santa y prole celestial! Es decir, que el Verbo ha padecido verdaderamente en su carne, ha derramado su sangre en la cruz y ha pagado al Eterno Padre un precio sobreabundante por nuestras culpas; de donde resulta que resplandece segura la esperanza de salvación para aquellos que, con fe sincera y caridad operosa, se adhieren a Cristo, y, con la ayuda de la gracia por Él procurada, producen frutos de justicia» (Papa Pío XII, Encíclica Sempitérnus Rex Christus, n. 36; subrayado añadido).
Estos “frutos de justicia” incluyen “frutos dignos de penitencia” (Lc 3:8). En su carta encíclica sobre la reparación al Sagrado Corazón de Jesús, el Papa Pío XI señaló específicamente la satisfacción que debemos ofrecer a Dios de esta manera (cf. Lc 13, 3; Col 1, 24), para no ser merecedores de castigo (cf. Lc 12, 58-59):
« si unas mismas razones nos obligan a lo uno y a lo otro, con más apremiante título de justicia y amor estamos obligados al deber de reparar y expiar: de, justicia, en cuanto a la expiación de la ofensa hecha a Dios por nuestras culpas y en cuanto a la reintegración del orden violado; de amor, en cuanto a padecer con Cristo paciente y “saturado de oprobio” (Lam. III, 30) y, según nuestra pobreza, ofrecerle algún consuelo.

Pecadores como somos todos, abrumados de muchas culpas, no hemos de limitarnos a honrar a nuestro Dios con sólo aquel culto con que adoramos y damos los obsequios debidos a su Majestad suprema, o reconocemos suplicantes su absoluto dominio, o alabamos con acciones de gracias su largueza infinita; sino que, además de esto, es necesario satisfacer a Dios, juez justísimo, “por nuestros innumerables pecados, ofensas y negligencias”. A la consagración, pues, con que nos ofrecemos a Dios, con aquella santidad y firmeza que, como dice el Angélico, son propias de la consagración (Suma Teológica, parte II-IIæ, qu. 81, a. 8. c.), ha de añadirse la expiación con que totalmente se extingan los pecados, no sea que la santidad de la divina justicia rechace nuestra indignidad impudente, y repulse nuestra ofrenda, siéndole ingrata, en vez de aceptarla como agradable» (Papa Pío XI, Encíclica Miserentíssimus Redémptor, n. 7; subrayado añadido).
Todas estas sublimes verdades espirituales no sólo corresponden a la realidad, sino que también son extremadamente coherentes. ¿No debería el 'Padre' Klein estar dispuesto a aceptarlas, no como metáforas sino como literalmente verdaderas?
   
OBSERVACIONES FINALES
Los neomodernistas de nuestros días tienen un gran problema con la expiación de Cristo porque implica que el pecado es real y verdaderamente ofende a Dios. En otras palabras, el pecado tiene consecuencias tan reales y graves que Dios no perdonaría ni siquiera a su propio Hijo para liberarnos de su esclavitud.
   
Recordamos a Robert Zollitsch Geiger, ex 'arzobispo' de Friburgo (2003-2013) y antiguo jefe de la Conferencia Episcopal Alemana del Novus Ordo (2008-2014), quien negó escandalosamente la Redención de Cristo en una entrevista pública transmitida el 11 de Abril de 2009:

    
Que no hubo absolutamente ninguna consecuencia disciplinaria para 'Monseñor'. Zollitsch, no hace falta decirlo. Si hubiera dicho, por el contrario, que sólo la religión católica romana es verdadera y que sólo la Iglesia católica es la verdadera Iglesia establecida por Jesucristo y que, por lo tanto, no se puede encontrar salvación fuera de ella, la indignación habría sido ensordecedora y el Vaticano habría se han apresurado a intervenir.
     
Del mismo modo, el sucesor de Zollitsch al frente de la conferencia episcopal, el 'cardenal' Reinhard Marx (2014-2020), afirmó en 2012 que es imposible insultar a Dios; y así parece que la teología de Zollitsch y Marx está cortada del mismo patrón herético: después de todo, si no hay pecado que ofenda a Dios, ¡no hay necesidad de un sacrificio propiciatorio sangriento!
   
Semejante sofisma teológico perverso es precisamente lo que el Papa Pío XII condenó en su encíclica contra el neomodernismo de la nueva teología cuando dijo:
«Pasando por alto las definiciones del Concilio de Trento, se destruye el concepto de pecado original, junto con el de pecado en general en cuanto ofensa de Dios, como también el de la satisfacción que Cristo ha dado por nosotros» (Papa Pío XII, Encíclica Humáni géneris in rebus, n. 26).
La noción de un Dios enojado, de hecho un Dios que se ofende y juzgacondena y castiga, no encaja en la religión del Novus Ordo, especialmente en su edición bergogliana, según la cual incluso el Juicio Final no es algo que le quite el sueño.
   
Después de casi seis décadas de la 'Nueva Misa', catequesis basada en el Vaticano II y la Nueva Teología, e incesantes sermones de «Dios te ama siempre» que se centran sólo en la misericordia y el perdón de Dios, los sentados en los bancos del Novus Ordo han llegado al punto de preguntarse ¡Cómo podría alguien creer que Dios sería tan cruel como para exigir a su único Hijo la expiación de los pecados de los hombres mediante una Pasión y Muerte sangrientas!

Quieren un 'catolicismo sin calvario', pero tal cosa no existe. Con las verdades sobrenaturales sobre el pecado, el castigo (eterno) y nuestra Redención dejadas de lado, ya no se piensa más en la importante tarea de llegar al cielo. Por lo tanto, no es de extrañar que lo único que les preocupe ahora sea «crear el cielo en la tierra».

Por desgracia, el 'padre' Klein no está ayudando.

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